Parte de los seres humanos han desarrollado tanto su parte animal, que esta no le deja ver su parte espiritual. Sí, tienes un cuerpo físico para moverte, pero eres un ser espiritual. En ocasiones se compara al ser humano con algún animal porque ha desarrollado más esta parte. Antes y después de que llegue el lobo, siempre hubo y habrá algo más. Ningún lobo llega sin ser llamado, ya sea por uno mismo o por otros.
Un lobo no llora en un momento determinado, el lobo llora o promete constantemente para debilitarte, sensibilizarte, te da miedo o te domina y así te tiene cerca. Su principal alimento es la oveja, uno de los animales mas tiernos, que huye sin atacar.
Ni la oveja sabe que es oveja ni el lobo que es lobo, puesto que siempre lo fueron. Mientras el lobo ataca acechando a su comida, la oveja despierta y se topa al lobo de frente, se ve acorrolada y se da cuenta de que hay lobos observando todos sus peligros, trampas y manipulaciones.
Si tú eres grande, que por supuesto que lo eres, encontrarás lobos grandes. Estos buscan en ti lo que ellos no tienen y todo por falta de amor, porque nadie enseña a amar a un lobo. Los lobos no ama, no sabe amar, solo hay interés y ellos lo saben. Solo quieren dinero o poder, nunca se sacian. Sí, te puede hacer daño, y son totalmente cómplices de energías negativas. No dejes de ser oveja, pero no seas oveja en sus garras y sigue tu camino, no te atacarán a un nivel que tú no puedas controlar, Dios no lo permite.
Para ellos todo es superficial; no se miran por dentro por culpa de sus avaricias. Donde hay un lobo hay manadas: esto ocurre no solo a nivel individual sino que también pasa en grandes colectivos.
Si te ves atrapado/a o enjaulado/a, no lo estás. Son sensaciones que te provocan a través de manipulaciones.
Date sanación, pues tu plexo solar y el sacro, tu creatividad, estarán afectados y estos influyen también en otros chakras.