Si sabes amar, sabrás amar a Dios.
Si sabes amar, sabrás amarte a ti mismo.
Si sabes amar, sabrás amar a los demas.
No sabrás ni podrás amar si tu alma está vacía.
El alma se alimenta de amor.
Dios te ama.
Tú eres amor.
Amor es lo que tiene que fluir de ti, es tu fuente.
Por mucho que te quieras separar de los demás, no puedes.
Si haces daño te lo haces a ti mismo.
Cuanto más amor fluya de ti, más te acercas a tu fuente,
donde encontraras igualdad y puro amor.
Todo nos une.